Lauri es la hija del medio y también fue adoptada. Ella viene desde San Juan de Miraflores, y para poder integrarla en la familia tuve que inventar toda una historia: al principio conté que la había encontrado en la calle, y recién después de un año confesé que en realidad provenía de una camada de gatos en adopción. Aunque no conozco mucho a sus padres, sé que tiene varios hermanos y hasta una hermana gemela.
Su personalidad es muy particular: es extremadamente engreída y tiene un carácter fuerte. Si hace una travesura y alguien le responde, se molesta y deja ver su lado renegón, a pesar de tener una carita tierna que engaña a cualquiera. En la casa todos ya saben cómo es su carácter, pero también reconocen lo especial que resulta.
Aun con su estilo renegón, Lauri es muy cariñosa conmigo. Siempre me sigue, se echa a mi lado en el cuarto y busca estar cerca. Una de sus costumbres más graciosas es que suele hacer sonidos como si fuera una paloma, lo que la hace única. Con el tiempo, supo ganarse el cariño de todos en la familia y ahora es parte fundamental de nuestras vidas.