Sofía es la menor de los tres hermanos gatunos y, sin duda, la más veloz. Es increíblemente rápida, siempre está corriendo de un lado a otro y tiene un maullido muy femenino que la hace inconfundible. Hay que tener especial cuidado con la comida cuando está cerca, porque en un abrir y cerrar de ojos atrapa la presa y nadie se da cuenta cómo lo hizo.
La encontré solita en la calle un sábado, cuando apenas era una cría. En ese momento intentamos buscarle un hogar, pero nadie quiso adoptarla, así que terminé quedándome con ella… y fue lo mejor que me pudo pasar. Hoy Sofía tiene 3 años y se ha convertido en una gata cariñosa y juguetona.
A diferencia de Luckas y Lauri, Sofía no siente miedo cuando llegan visitas; al contrario, se acerca con curiosidad y simpatía. Su personalidad es alegre y llena de energía, lo que la convierte en la chispa de la casa. Sofía es única, y cada día nos recuerda lo valioso que fue darle un lugar en la familia.